Vitamina C, el ingrediente trend de la cosmética este 2021
La vitamina C se ha convertido en uno de los ingredientes protagonistas del 2021 por sus múltiples beneficios para la salud de la piel, este nutriente esencial, también conocido como ácido ascórbico, es necesario para la producción de colágeno, la reparación de tejidos y la síntesis de neurotransmisores. Es un antioxidante crucial para bloquear el daño de los radicales libres.
Los expertos del Programa Belleza y Bienestar de Canipec te comparten información detallada para que conozcas las características y propiedades de este gran aliado en el cuidado y la belleza de la piel y el cabello.
Los seres humanos no sintetizamos la vitamina C, por lo que es importante consumir frutas cítricas (naranjas, toronjas, fresas, guayabas) y otras fuentes dietéticas como jitomates y papas, para obtener el ácido ascórbico. Las sales de la vitamina C, tales como el ascorbato de calcio y magnesio, se utilizan en cosméticos, maquillaje, productos para cuidado del cabello y cuerpo, entre otros, ya que la vitamina C pura es muy inestable y su uso directo en formulaciones no permitiría garantizar los beneficios requeridos por la piel. Es un componente ampliamente utilizado debido a sus diversos beneficios, que son:
- Neutraliza los radicales libres del cuerpo que provocan estrés oxidativo, lo que previene el envejecimiento prematuro de los tejidos logrando que la piel luzca joven y fresca.
- Coadyuva en la regeneración y estimula la producción de colágeno, el cual es de vital importancia para mantener tu cutis terso y suave.
- Es un agente despigmentante, es decir, evita la aparición de manchas y unifica el tono de la piel.
- Protege de los efectos dañinos causados por la exposición a los rayos UV y contaminación.
- Devuelve la luz y el brillo al rostro, dado que estimula la exfoliación natural y limpieza.
Hoy en día existe una oferta muy amplia de cremas, mascarillas, sérums, ampolletas y bases de maquillaje con vitamina C, que funcionan como barrera para los efectos nocivos de los peróxidos citotóxicos que en ocasiones se adhieren a la piel a través de la contaminación.
Afortunadamente, la vitamina C no sólo coadyuva en la salud de la piel, sino también ayuda a que el cabello se mantenga sano y fuerte, sus beneficios son los siguientes:
- Estimula el crecimiento capilar, gracias a sus propiedades antioxidantes.
- Reduce la caída del cabello, ya que alimenta la glándula suprarrenal.
- Gracias a sus propiedades, la vitamina C ayuda en el combate a la caspa, exfoliando y limpiando la raíz del cabello.
- Retrasa el proceso de envejecimiento de la fibra capilar.
Existen diversas falsedades acerca de la vitamina C que vale la pena clarificar, los cuales son:
- La vitamina C produce sensibilidad cutánea al sol, esto es falso, debido a que este ingrediente se estabiliza a través de liposomas y de forma biotecnológica lo que permite que penetre correctamente hasta la dermis.
- No es apta para todas las edades, este dato también es falso, ya que se puede utilizar a cualquier edad. Se recomienda su uso en pieles con niveles altos de estrés oxidativo o que presentan signos de la edad, pero se puede incorporar como tratamiento preventivo desde los 20 años.
Como recomendaciones y cuidados generales es muy importante conocer tu tipo de piel y sus necesidades para determinar la concentración de vitamina C que tu piel necesita, a fin de prevenir posibles irritaciones y enrojecimientos, para ello es necesaria la correcta evaluación de un dermatólogo particularmente para quienes tiene pieles sensibles o han notado algún cambio no deseado tras el uso de algún producto que la contenga.
Tuvimos la oportunidad de profundizar mas sobre el tema de la vitamina C con algunas preguntas, conozcamos pues las respuestas:
¿Qué beneficios nos da utilizar sueros y tratamientos con una concentración relevante de vitamina C?
Usar productos cosméticos como sérums, cremas faciales y corporales, crema para el contorno de ojos, mascarillas, maquillaje o tratamientos con vitamina C ayuda a neutralizar los radicales libres del cuerpo que provocan estrés oxidativo. De este modo, ayuda a prevenir el envejecimiento prematuro de la piel y a retrasar los signos visibles del envejecimiento biológico. El estrés oxidativo se manifiesta en la piel de forma que la hace lucir con aspecto apagado y cansado.
Las sales de ácido ascórbico, como el ascorbato de calcio, el ascorbato de magnesio, el fosfato de ascorbilo de magnesio, el ascorbato de sodio y el fosfato de ascorbilo de sodio son utilizados como ingredientes en la formulación de productos cosméticos por su efecto antioxidante por lo que actúan como agente protector contra el envejecimiento prematuro que causan los radicales libres. Además, se ha visto que estás sales ayudan en la estimulación del colágeno, lo que redunda en acelerar su producción y le da un aspecto suave y terso.
Otro beneficio es su poder de unificar el tono de la piel ya que reduce la pigmentación y con ello la aparición de manchas. Asimismo, su composición química proporciona protección antipolución a la piel, coadyuvando en la protección ante la exposición a los rayos UV o a la contaminación, tales como la aparición de líneas de expresión. Y, además, la vitamina C es un poderoso ingrediente exfoliante pues ayuda a limpiar la piel, eliminando las células muertas que acumulamos durante el día y devolviendo el brillo y la luz al rostro.
¿Con que otras fórmulas podemos combinar la vitamina C, para nuestra rutina de belleza?
Es importante prestar atención al combinar ingredientes o productos con diferentes activos, sobre todo si tienes una piel sensible lo más recomendable es que busques la guía de tu dermatólogo para evitar posibles incomodidades como enrojecimiento, comezón o salpullido. De forma general puedes combinar la vitamina C con otros activos como:
Alfa y Beta Hidroxiácidos. Los alfahidroxiácidos (AHA) como el ácido glicólico o los betahidroxiácidos como el ácido salicílico son ingredientes que puedes utilizar previo a la aplicación de la vitamina C, ya que suelen ser ácidos e ideales para crear ese entorno perfecto y preparar a tu piel a fin de aprovechar mejor los beneficios que las sales del ácido ascórbico (vitamina C) le pueden proporcionar.
Estos ingredientes funcionan muy bien en conjunto porque generalmente son de un pH bajo por lo que sus efectos serán aditivos, logrando así un tono y textura más uniforme.
Retinol. La vitamina C y el retinol son activos cosméticos clave en el cuidado de la piel, ya que aportan luminosidad y previenen el envejecimiento prematuro. Ambos ingredientes se pueden utilizar a diario, pero es recomendable hacerlo en tiempos diferentes, es decir, usar la vitamina C durante el día ya que posee activos que brindan protección ante los radicales libres y los efectos causados por la radiación solar. En cambio, el retinol lo puedes usar durante la noche, ya que después de haber realizado tu limpieza facial nocturna puedes aplicar productos con retinol que tendrán un poderoso efecto antiaging, ya que previene la aparición de líneas de expresión. Ambos ingredientes son muy poderosos para el cuidado de la piel, por lo que utilizarlos a diario te darán resultados inigualables.
Niacinamida. La niacinamida es un ingrediente que por sí mismo posee beneficios a la salud de la piel, tales como ayudar en la regulación de la producción de grasa en la piel, tiene efecto despigmentante, antioxidante y antiaging, además de ser bastante estable por lo que no reacciona ante otros ingredientes, por lo que es fácil combinarla con vitamina.
Cada uno de estos ingredientes por sí solo puede ayudar a disminuir las manchas oscuras y el tono desigual de la piel, pero cuando se usan en conjunto se potencia la eficacia. Además, ambos son antioxidantes por lo que proporcionan a la piel protección ante los radicales libres, la contaminación o la radiación solar.
Vitamina E. La vitamina E es también un poderoso antioxidante que calma y protege la piel de los agresores ambientales, por lo que mezclarla con la vitamina C que posee los mismos beneficios, es un acierto. Ambos ingredientes se estabilizan entre sí y aumentan su eficacia. La vitamina E es soluble en aceite y la vitamina C es soluble en agua, por lo que penetran en la piel de diferentes maneras, asegurando su poder antioxidante. Algunos productos contienen ambos ingredientes, por lo que es más sencillo incluirlos en tu rutina de skincare.
Ácido hialurónico. Estudios han comprobado que la vitamina C y el ácido hialurónico son complementos ideales para un tratamiento anti-age completo. Utilizar ambos ingredientes mejora los parámetros biomecánicos de la piel, que afectan directamente a la textura, elasticidad y a la modificación de las líneas de expresión.
El orden correcto es aplicar primero los productos que contengan vitamina C (sérums) y luego aquellos con ácido hialurónico (cremas faciales o para el contorno de ojos). Regularmente los sérums siempre se aplican antes de los humectantes y cremas, debido a su consistencia, es decir siempre debes aplicar primero las formulaciones más ligeras y ya después la más densas.
¿Qué alimentos contienen esta vitamina, y en qué cantidades las debemos consumir para sacar el mejor aprovechamiento?
Nosotros no sintetizamos la vitamina C, por lo que podemos obtenerla de las frutas cítricas (naranja, limón, pomelo, guayaba, lima), tomates y papas son fuentes dietéticas ricas en ácido ascórbico. La cantidad diaria recomendada (RDA) de ácido ascórbico en los EE. UU. es de 75 mg/kg/día para las mujeres y de 90 mg/kg/día para los hombres. Sin embargo, en el caso de la piel podemos proporcionarle los beneficios de la vitamina C de forma suplementaria a la alimentación, a través de la aplicación tópica, ya que, debido a la popularidad de sus efectos y beneficios, la oferta de productos cosméticos con vitamina C es cada vez más amplia.
Hoy es posible encontrar cremas, mascarillas, sérums y ampolletas con este ingrediente. Todas las presentaciones son una buena alternativa, siendo la aplicación ideal dos veces al día: mañana y noche. Sin embargo y, por si fuera poco, este poderoso activo se está incluyendo en la base de maquillaje. Estudios han demostrado que, para aportar efectos visibles en la piel, un producto necesita contener al menos un 8% de las sales de la vitamina C. No obstante lo anterior, las formulaciones por encima del 15% no mejoran la eficacia y pueden causar algún tipo de irritación.
¿Cómo responde la vitamina C en nuestra piel?
La piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo, va cambiando y adquiriendo necesidades diferentes con el pasar de los años. En el caso de la vitamina C su uso puede iniciar prácticamente a cualquier edad, incluso a partir de los 20 años como forma preventiva para cuidar y proteger tu piel de los factores que causan el envejecimiento prematuro.
El ácido ascórbico es apto para las pieles jóvenes y maduras, así como para todo tipo de piel (normales, secas, grasas y mixtas), sin embargo, la concentración debe ser distinta de acuerdo con las características de cada una de ellas, por lo que acudir con un dermatólogo es recomendable, ya que ellos evalúan las necesidades y alternativas para cuidar tu piel.
De acuerdo con la American Academy of Aesthetic Medicine, la vitamina C es un antioxidante natural que influye en la producción de colágeno, sustancia que permite mantener la humedad en la piel y proporcionar un efecto suave y terso.
La vitamina C al ser aplicada de forma tópica responde de forma refrescante en la piel y coadyuva en el proceso de reparación natural. Además, es un calmante que alivia la irritación, calma el enrojecimiento y mejora la condición de la piel. También, es un excelente remedio para la piel seca, ya que gracias a su efecto exfoliante elimina las células muertas y le da un aspecto brillante y uniforme a la piel.
Consulta el Programa Belleza y Bienestar de Canipec, encontrarás muchos consejos en torno a este y varios temas de salud, belleza y bienestar.
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