- Seis tips para evitar la “enfermedad del ocio” y disfrutar al cien este verano
¿Alguna vez te ha pasado que justo al comenzar tus vacaciones te sientes con fatiga extrema, dolor de garganta, aparecen los resfriados, los malestares digestivos o los dolores musculares? Aunque parezca coincidencia, no lo es. Se trata de un fenómeno real conocido como la «enfermedad del ocio», y afecta a más personas de lo que creemos.
De acuerdo con el estudio Leisure Sickness, de la IU International University of Applied Sciences, una de cada cinco personas se enferma justo al iniciar un periodo de descanso prolongado. El patrón se repite: terminas tus pendientes, cierras la computadora, haces maleta, y al llegar a tu destino, los síntomas aparecen.
«Este fenómeno, aunque irónico, tiene una explicación científica. Cuando el cuerpo se mantiene durante semanas o meses bajo un estado de estrés crónico producto del trabajo, la sobrecarga mental o la falta de descanso, el sistema inmunológico se adapta a esa exigencia y se mantiene en estado de alerta. Pero al iniciar las vacaciones y entrar en modo reposo, esa hiperactividad defensiva se desactiva, y el organismo puede volverse temporalmente más vulnerable. No es que el descanso enferme, sino que el cuerpo, al bajar la guardia de forma repentina, revela el desgaste acumulado y es cuando suelen aparecer los síntomas», indicó Hugo Palafox, científico especializado en metabolismo humano y vicepresidente de Ciencia en Immunotec, empresa enfocada en el desarrollo de suplementos.
La buena noticia es que sí podemos preparar al cuerpo para disfrutar el verano con energía, vitalidad y bienestar. A continuación, te compartimos cinco claves respaldadas por la ciencia para fortalecer tus defensas y prevenir la «enfermedad del ocio»:
- Hidrátate inteligentemente: Beber líquidos es esencial, pero no basta con solo agua. El calor extremo, el sudor y la exposición al sol nos hacen perder electrolitos como sodio, potasio y magnesio, que son fundamentales para el funcionamiento celular y del sistema inmune. Te recomendamos agregar una pizca de sal marina al agua o alternar con bebidas ricas en electrolitos naturales como agua de coco o limón con sal. Esto te ayudará a mantener el equilibrio interno y prevenir la fatiga.
- Duerme como se debe, no como puedas: Dormir menos de seis horas disminuye drásticamente la respuesta inmunitaria. Estudios científicos han demostrado que la privación del sueño reduce la actividad de las células NK (natural killers), encargadas de eliminar virus y células infectadas. Durante tus vacaciones, en la medida de lo posible, mantén una rutina de sueño, evita desvelarte varios días seguidos y limita el uso de pantallas por la noche. Recuerda que dormir bien no es un lujo, es parte de tu sistema de defensa.
- Suplementa con inteligencia: ayuda a tu cuerpo a producir glutatión: El glutatión, conocido como el antioxidante maestro, es una molécula que protege al cuerpo del estrés oxidativo, apoya la detoxificación, mejora la producción de energía y fortalece el sistema inmunológico.
- Aunque se produce naturalmente en nuestro cuerpo, sus niveles bajan por factores como el estrés, la mala alimentación, el consumo de alcohol o incluso el envejecimiento. Por eso, su suplementación, a través de precursores como el Immunocal pueden marcar la diferencia, especialmente durante estos periodos de descanso, donde el sistema inmune se ve desafiado por cambios en la rutina.
- Muévete con intención, no con exceso: El ejercicio suave y constante tiene efectos antiinflamatorios. Por ello, actividades como caminar, nadar o practicar yoga mejoran la circulación linfática, reducen los niveles de cortisol y potencian la acción de los glóbulos blancos. Eso sí: las vacaciones no son el momento ideal para sobreentrenarse. El ejercicio extenuante, especialmente bajo el sol, puede debilitar tus defensas, ten en cuenta que la clave es la constancia, no la intensidad.
- Come con color, no con prisa: En vacaciones solemos alterar nuestra rutina de alimentación, sin embargo, no debemos descuidar los alimentos frescos. Agrega frutas y verduras que contengan antioxidantes, fibra y vitaminas, esto ayudará a fortalecer tus células inmunitarias.
«Las vacaciones no deben ser un periodo de recuperación post-enfermedad, sino una oportunidad para reconectar contigo mismo, disfrutar, explorar, y cuidar tu salud desde adentro», concluyó Hugo Palafox.